La educación ecológica en Chile no es un tema reciente si se considera que lleva por lo menos una década en funcionamiento. Claro está que la mayoría de las personas desconocen esta tarea debido a que su difusión y participación ha dicho un proceso lento. Que hoy se hable de este tema, es una señal de progreso, quiere decir que este tema poco a poco va madurando. Este avance se debe a la incorporación de temas ambientales en disciplinas como la pedagogía, que ha hecho cambios en los planes de la educación formal, a través de una unidad llamada “comprensión del medio natural, social y cultural” antes solo llamado “historia y geografía”.
Avances como estos son los que hacen la diferencia y que esperamos que a largo plazo se vean los resultados de esta iniciativa.
Los científicos entienden que su participación en esta política es de gran importancia y por esto, (los seminarios) cada vez más frecuentes en conjunto con educadores son una clara evidencia de la necesidad para fortalecer tanto la educación formal como la informal.
En primer lugar, tenemos que tomar en cuenta que la ecología no es un tema aislado, que nos afecta a todos y que dependemos del medio ambiente para vivir. Además, la interacción entre los puntos vistos en un principio, es esencial para el buen funcionamiento de esta realidad. Esto nos lleva a vivir en una biosfera sustentable, porque la educación de la comunidad conlleva cambios éticos y estos a su vez, formas responsables de relacionarnos con el medio ambiente.
Creemos que si entendemos esta complicidad de la ecología con la educación formal e informal, estamos dando un gran paso para el desarrollo de nuestro país, para construir una sociedad digna de personas conscientes de su entorno.
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